Cuando miro mi pasado me doy cuenta que todo lo que me ha dejado la pelota vasca ha valido la pena, siempre trato de dar lo mejor para que ustedes que ahora me leen tengan un buen espectáculo y que los jugadores tengan una buena experiencia en su participación dentro de cada torneo.

He mirado como sus hijos pisan por primera vez el frontón, como tienen esa mirada cautivadora por su primer raqueta, como superan el nerviosismo de sus primeros torneos.

Lágrimas de mil emociones demuestran los primeros pasos de un pelotari dentro de un frontón y me siento muy afortunada por acompañar esas emociones.